Las metodologías ágiles permiten ahorrar tiempo, aumentan la eficiencia e implican a todo el equipo en los distintos procesos de trabajo. En Sacapuntas las ponemos en práctica para ser cada día más organizados y productivos.

Aunque este mecanismo de trabajo parte del ámbito tecnológico y del desarrollo de productos y software, puede adaptarse a las necesidades y dinámicas de cada empresa.

¿Cuáles son sus ventajas?

-Las metodologías ágiles permiten la colaboración de equipos de trabajo, involucrando a las distintas áreas en los procesos. Todos los miembros del equipo pueden conocer y seguir el estado del proyecto en cualquier momento, lo que permite una mayor apropiación y cercanía. Además, la transversalidad fomenta una mayor comunicación entre los integrantes, y permite que cada uno evalúe las fortalezas y debilidades del proyecto para aportar su feedback.

-Facilitan la visualización de las tareas a realizar y ponen énfasis en los tiempos pautados para cada una de ellas, mejorando la eficiencia y la productividad. A su vez, que todo el equipo tenga un panorama global de las tareas en proceso permite detectar fácilmente posibles errores o posibilidades de optimización.

-Ponen el foco en las personas y las interacciones, bajo la premisa de que personas motivadas pueden lograr una mejor ejecución de las tareas, y que el trabajo en conjunto es fundamental para llegar a buen puerto.

-El cliente es considerado como parte del proceso, teniendo en cuenta sus necesidades y brindándole una visión del estado del proyecto para garantizar que los resultados finales se adapten a sus expectativas. No se trata de una persona lejana con la que nos comunicamos de vez en cuando, sino de un colaborador del equipo.

-Permiten adaptar la forma de trabajo a las características de cada proyecto, teniendo en cuenta los cambios que puedan ocurrir en el transcurso del desarrollo del proceso.