Cuando hablamos de rebranding nos referimos a un cambio o actualización de una marca, en distintos aspectos. Se trata de renovar ciertos componentes que dan significado y la representan frente a su público.  

Estas variaciones se realizan cuando es necesario cambiar la perspectiva u opinión del público a quien se apunta, o en casos en los que la marca necesita comunicar cambios dentro del mercado. 

La empresa puede enfrentarse a diversas situaciones que le lleven a una necesaria transformación en su imagen, por ejemplo, cuando desea mantener su esencia, pero con el pasar de los años sus productos o servicios llevan a un necesario cambio en el mensaje que se está enviando. También puede darse el caso en que la marca se vea influenciada por factores externos como una fusión, un cambio de identidad más grande sea de nombre, locación, rubro, etc.  

El rediseño de una marca puede involucrar modificaciones notorias o muy sutiles, dependiendo de las necesidades y de los factores antes mencionados. Si bien el rebranding involucra generalmente la estética de la marca, no solo se basa en eso, sino en una serie de estrategias que implican comunicación y marketing, así como diseño. 

En cuanto a diseño se trata, lo primero que se suele cuestionar es si es necesario un cambio en el logotipo. La verdad es que no siempre es la elección adecuada.  

Un cambio en la identidad visual involucra todos los elementos que la componen, y debe ser pensada estratégicamente para comunicar adecuadamente esta nueva versión de la marca. Desde la paleta de colores, hasta la tipografía, deben ser seleccionados para generar el impacto buscado. Por ejemplo, en el último año muchas marcas optaron por tipografías sans serif ya que se ha generado conciencia de que su estilo limpio ayuda a la legibilidad y al diseño accesible. 

En cuanto a la paleta, es sabido que cada color tiene un impacto distinto en las personas, es por eso que las grandes marcas los han implementado cuidadosamente para lograr sus objetivos comerciales. Por ejemplo, Instagram, que ha seleccionado un degradé de varios colores entre los que predominan los tonos cálidos, ya que buscan transmitir justamente esto, calidez y energía. Este logo es una versión actualizada de aquel que representaba una cámara modelo Bell & Howell de los años cincuenta. Con el pasar de los años esta versión intrincada ya no representaba las nuevas funcionalidades de la app y fue necesaria una actualización. El nuevo logo es más abstracto, minimalista y logra, con elementos que siguen las tendencias actuales del diseño gráfico, mostrar la historia y alma de la empresa.  

Hay múltiples factores que se deben pensar a la hora de rediseñar una marca, es por ello que entendemos necesario evaluar en profundidad la estrategia implementada para cada cliente y sus nuevas necesidades, con el objetivo de que su marca siga transmitiendo los valores y objetivos de la empresa incluso con el paso del tiempo. 

Si entendés que tu marca está transitando alguna de las situaciones descritas y te cuestionás si es o no necesario un rediseño, ¡no dudes en contactarnos! Seguro podemos ayudarte.