Estamos atravesando un momento de cambios y cuestionamientos sin precedentes a nivel de la sociedad. Uno de ellos se centra en el lenguaje, la forma en que comunicamos y nos comunicamos con otros. Todo lo que decimos habla sobre nuestra personalidad y nuestros valores y lo mismo sucede a nivel de marcas y organizaciones.
Hace un tiempo una persona muy querida por Sacapuntas nos acercó un documento que se titula: “Guía Práctica para Comunicar en LENGUAJE NO SEXISTA” de Equitá Género. Esta guía no solo nos resultó interesante sino sumamente necesaria. Nos invita a cuestionar nuestra forma de hablar y escribir. Nos permite identificar formas sexistas en los mensajes que damos y reivindicar la igualdad de género a través de la lengua y la comunicación.
Lenguaje sexista. ¿Qué es?
Esta Guía dispara el tema con la siguiente frase:
“La lengua tiene un valor simbólico enorme, lo que no se nombra no existe…» Eulalia Lled.
Es común que se presente al varón y a lo masculino como el ser humano en general. Ej.: “todos los estudiantes”, “el hombre está acostumbrado a (…)”, entre otras.
Ahora bien. ¿Esta forma nos representa a todos y todas? No. Oculta a las mujeres y otras identidades de género a la vez que establece una jerarquía que inferioriza a quien no pueda integrar la categoría “hombre”. Por lo tanto no refleja la realidad.
Lenguaje inclusivo
El lenguaje en sí NO es sexista, sino el uso que le damos.
Evidentemente es la forma que conocemos y que nos enseñaron cuando éramos niños y desde entonces la reproducimos. Refiere a una visión social que sitúa a los hombres como medida de referencia (androcentrismo).
¿Qué podemos hacer para promover un lenguaje inclusivo en nuestros mensajes? Te compartimos 5 maneras que podés poner en práctica con poco esfuerzo y seguro harán la diferencia:
Otros ejemplos: reemplazar “los docentes” por “el cuerpo docente”, “los alumnos” por “el alumnado”, “los ciudadanos” por “la ciudadanía” y podríamos seguir con una lista infinita.
Esta última forma está siendo cada vez más adoptada sobre todo en redes sociales y cartelería. No es propio de la lengua formal, pero no significa que sea erróneo incorporarla. Es muy utilizada por parte del colectivo LGBTIQ+. La «x» y la «e» se utilizan frecuentemente para visibilizar a aquellas personas que no se identifican ni con el género femenino, ni con el masculino.
Lo que se recomienda es utilizarlos en ciertos contextos y no en general, ya que puede ser difícil la pronunciación de las palabras que resultan de su uso.
Nuestro lenguaje
Utilizar nuevas formas al momento de comunicar es una enorme responsabilidad, pero también una elección.
Si buscamos promover un trato igualitario hacia las mujeres y hombres, contamos con un sinfín de herramientas que nos ofrece la lengua. Pero adoptar un lenguaje inclusivo también requiere de paciencia. Leer y releer nuestros mensajes. No olvidemos que traemos esto desde la infancia. Lo importante es que todo intento contribuye y que podemos ser protagonistas del cambio si así lo sentimos. Es cuestión de práctica.
Cada marca podrá decidir qué quiere comunicar en sus redes y cómo hacerlo, valorando utilizar o no este tipo de lenguaje. Lo importante es que siempre sea de forma consciente 🙂
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